Seleccionador
Fabio Capello
Colecciona títulos allá por donde va y puede presumir de haber ganado al menos uno en todos los equipos por los que ha pasado. Ha conquistado cuatro ligas con el Milan, una con la Roma, dos con el Real Madrid y otras dos con la Juventus, aunque el conjunto turinés fue desposeído de estos dos últimos títulos por el escándalo de amaño de partidos.
Su figura reúne tantos admiradores como detractores. Los que le idolatran se apoyan en los números, en la estadística y prescinden del envoltorio que rodea cada victoria de un equipo entrenado por Capello. Los que le censuran prescinden de los datos y se detienen en la escasa belleza del juego para argumentar sus críticas. Nunca se pondrán de acuerdo, pero los ingleses serían felices si ganaran el Mundial con el ‘estilo Capello’.
La estrella
Wayne Rooney
Si Italia 1990 se recuerda en Inglaterra como la fase final de Gazza, se espera que Sudáfrica 2010 pase a la historia como el de “Wazza”. Wayne Rooney, como más se le conoce, ya ha superado los logros del polémico Paul Gascoigne en todos los sentidos, salvo en uno: todavía tiene que brillar en una Copa Mundial de la FIFA.
Todo parece indicar que éste puede ser el año de este futbolista nacido en Liverpool, máximo goleador de Inglaterra durante la fase de clasificación, con nueve dianas. A sus 24 años, el artillero llegará a Sudáfrica tras haber cuajado la temporada más prolífica hasta el momento. Después de la marcha de Cristiano Ronaldo del Manchester United, Rooney ha rayado a gran altura con el equipo y, por primera vez, ha superado la barrera de los 30 goles.
Rooney se dio a conocer hace ocho años en las filas del Everton, el equipo de su niñez. Aunque sólo tenía 16 años, podía hacer de todo gracias a su fuerza, velocidad, visión de juego y habilidad en el regate. Su primer gol en la Premier League es un ejemplo de su decidida actitud: un trallazo desde casi 30 metros en el último minuto, que puso fin a la racha de 30 partidos sin perder del Arsenal.
Rooney se convirtió pronto en el jugador inglés más joven de la historia que debutó con la camiseta de la selección absoluta, a los 17 años y 111 días, en un amistoso ante Australia disputado en febrero de 2003. El fútbol internacional parecía un juego de niños con él en el campo: siete meses después, ante Macedonia, se convirtió en el goleador inglés más joven de la historia, al marcar en un partido de calificación para la Eurocopa 2004.
Con una valentía innata, Rooney sorprendió a toda Europa a sus 18 años con una gran actuación en la fase final de la Eurocopa de Portugal. Tras haber anotado cuatro goles, Rooney se fracturó el metatarso en cuartos de final contra la selección anfitriona, cuando Inglaterra iba ganando por 1-0 un partido que acabaría perdiendo en la tanda de penales.
Cuando se recuperó de la lesión, Rooney ya había fichado por el Manchester United a cambio de 27 millones de libras. En su debut con el conjunto de Old Trafford, el delantero firmó una tripleta ante el Fenerbahçe en partido de Liga de Campeones de la UEFA. Aunque su talento era incuestionable, existían dudas sobre su temperamento, que se exacerbaron en la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006.
Aunque Rooney se recuperó a tiempo de otra lesión de metatarso para entrar en la lista de Inglaterra, no llegó a la cita mundialista en su mejor momento y volvió a acabar otro partido de cuartos de final ante Portugal de forma prematura, pero esta vez tras ver una tarjeta roja por pisar a Ricardo Carvalho.
Sin embargo, Rooney no es el primer debutante con talento que cede ante la presión de una Copa Mundial de la FIFA: Maradona hizo lo mismo en su primer Mundial y, cuatro años después, se redimió ante el mundo entero. Ahora, los aficionados ingleses esperan que Rooney pueda emular al 10 argentino.
Cuatro años han pasado desde aquel partido en Gelsenkirchen, en los que Rooney ha madurado enormemente. Desde entonces ha ganado tres títulos de liga, una Liga de Campeones de la UEFA, fue padre por primera vez el pasado octubre y, un mes después, debutó como capitán de la selección inglesa en un partido disputado en Dubai contra Brasil.
A pesar de su indiscutible estrellato, Rooney trabaja incansablemente para el equipo, una cualidad que lo convierte en un jugador temible para cualquier defensa.
La plantilla
PORTEROS
1 D. James
12 R. Green
23 J. Hart
DEFENSAS
2 G. Johnson
3 A. Cole
5 R. Ferdinand
6 J. Terry
13 S. Warnock
15 M. Upson
18 J. Carragher
20 L. King
CENTROCAMPISTAS
4 S. Gerrard
7 A. Lennon
8 F. Lampard
11 J. Cole
14 G. Barry
16 J. Milner
17 S. Wright-Phillips
22 M. Carrick
DELANTEROS
9 P. Crouch
10 W. Rooney
19 J. Defoe
21 E. Heskey
Posible once