EFE / MADRID
Un juzgado de Madrid ha condenado a Uralita a indemnizar con 3,9 millones de euros a medio centenar de vecinos de Cerdanyola y Ripollet (Barcelona) por los daños derivados de la exposición al polvo de amianto generado por la fábrica que la empresa tenía entre ambas localidades.
La sentencia es pionera en España, ya que se trata de la primera vez que los demandantes no son empleados de la fábrica, sino 47 vecinos que vivían en sus inmediaciones y que, según la resolución judicial, sufren enfermedades que son producto del contacto que han mantenido diariamente con el amianto que utilizaba Uralita para fabricar sus materiales.
El Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid ha considerado que "es claro" que la causa de los padecimientos de los demandantes, o de sus familiares fallecidos, es la actividad industrial realizada desde 1907 en la factoría de Uralita situada entre Cerdanyola y Ripollet, municipios donde han residido durante décadas los afectados.
Manipulación de ropas de los trabajadores
Según la sentencia, los medios de transmisión que han causado la enfermedades de los demandantes abarcan desde las emisiones de la fábrica en forma de polvo de amianto, la manipulación de las ropas de los trabajadores por parte de sus familiares en sus domicilios y la contaminación derivada de la degradación de depósitos de residuos derivados de la propia actividad industrial.
"Incluida la que probablemente fuera provocada a consecuencia del esparcimiento que durante muchos años se realizaba por los operarios de la propia empresa por las zonas urbanas de ambos municipios, ciertamente con la aquiescencia, incluso complacencia, de la propia población y de las autoridades", añade la sentencia.
Un juzgado de Madrid ha condenado a Uralita a indemnizar con 3,9 millones de euros a medio centenar de vecinos de Cerdanyola y Ripollet (Barcelona) por los daños derivados de la exposición al polvo de amianto generado por la fábrica que la empresa tenía entre ambas localidades.
La sentencia es pionera en España, ya que se trata de la primera vez que los demandantes no son empleados de la fábrica, sino 47 vecinos que vivían en sus inmediaciones y que, según la resolución judicial, sufren enfermedades que son producto del contacto que han mantenido diariamente con el amianto que utilizaba Uralita para fabricar sus materiales.
El Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid ha considerado que "es claro" que la causa de los padecimientos de los demandantes, o de sus familiares fallecidos, es la actividad industrial realizada desde 1907 en la factoría de Uralita situada entre Cerdanyola y Ripollet, municipios donde han residido durante décadas los afectados.
Manipulación de ropas de los trabajadores
Según la sentencia, los medios de transmisión que han causado la enfermedades de los demandantes abarcan desde las emisiones de la fábrica en forma de polvo de amianto, la manipulación de las ropas de los trabajadores por parte de sus familiares en sus domicilios y la contaminación derivada de la degradación de depósitos de residuos derivados de la propia actividad industrial.
"Incluida la que probablemente fuera provocada a consecuencia del esparcimiento que durante muchos años se realizaba por los operarios de la propia empresa por las zonas urbanas de ambos municipios, ciertamente con la aquiescencia, incluso complacencia, de la propia población y de las autoridades", añade la sentencia.