Redacción (Mundo Deportivo)
La montaña se vino abajo. Pasaban quince minutos de las dos de la tarde y el camión que conducía Franklin Lobos, ex futbolista de Cobresal y compañero de Iván Zamorano y que tenía como misión subir y bajar a los mineros, iba con un poco de retraso, crucial para no quedar aplastado cuando la montaña se vino abajo. 5 de agosto. 33 mineros habían quedado atrapados a 688 metros de profundidad. Sin luz natural pero con algunas latas para sobrevivir pero lo más importante, sin saber si en el exterior eran conscientes de que todos estaban vivos. 18 días pasaron con la incertidumbre de verse aislados, sepultados, nunca olvidados, porque sabían que tarde o temprano llegaría una de esas sondas que avisan y podrían enviar el mensaje: "Estamos bien en el refugio los 33".
5 de septiembre. Ha pasado un mes. David Villa agarra con fuerza una camiseta del Barça. La aprieta, es incapaz de sonreír. En su rostro refleja la preocupación. La camiseta lleva grabado un mensaje: 'Animo mineros'. Villa agarra un bolígrafo y añade "mucha fuerza y muchos ánimos" y firma la camiseta porque quiere que una parte de su vida esté con todos los chilenos, en Copiacó, a 800 kilómetros del norte de Santiago. Quiere David que todos los mineros y sus familias sepan que no sólo Chile vive angustiada y con sufrimiento estos días, más aún el mundo entero vive el día a día de los mineros, las evoluciones, el latir de sus corazones, las historias personales y la lucha por salir adelante.
David no es sólo un futbolista, campeón del mundo, goleador nato, de estirpe, fichaje emblema de esta temporada en el FC Barcelona, estrella mundial, Villa es minero, aunque nunca bajase a la mina, porque su padre pasó 27 años en la mina, porque su abuelo fue minero, también su bisabuelo. Él comparte el sentir de las familias porque es uno de ellos, porque nadie le tiene que explicar a Villa lo que sufre un minero. Su madre, Dorita, guapa, de sonrisa franca, cariñosa, ha experimentado el sufrimiento del accidente de la mina, con el esposo dentro, comparten tantas cosas…
Pregunta David por las últimas novedades. "¿Cuándo podrán salir?". Esa es la gran pregunta. Para encontrar la respuesta trabajan día y noche. Sabe David que las "palomas", angostos tubos cilíndricos que son empujados a través de las sondas, llevan alimentos a los mineros y otros utensilios de utilidad. Sabe que los mineros han perdido una media de 10 kilos pero que se han organizado para poder dividir la oscuridad de vivir sin luz solar y así aguantar el paso de los días.
"Formo parte de la familia de la minería y comparto la angustia de las familias pero todo saldrá bien, verán como sale bien". Expresa tan bien Villa, habla con los ojos, con la fuerza con la que agarra la camiseta. Por un momento parece que vaya a llorar, pero es hombre acostumbrado a soportar emociones. "Querría decirles que estoy con ellos, que todos los que sabemos cómo es la mina estamos con ellos, que todo el mundo les está siguiendo y les apoya, de todo el mundo…".
Un ex compañero está ahí abajo. Franklin Lobos tiene 53 años y jugó en La Serena, Santiago Wanderers, Deportes Iqueque, Regional Atacama y Cobresal, donde coincidió con un jovencísimo Iván Zamorano. No es raro encontrar ex futbolistas de los años 70 ó 80 que al retirarse, después de percibir sueldos modestos, empiezan a trabajar en la mina ya que algunas empresas mineras son propietarias de diferentes clubs de fútbol como Cobresal. Franklin pateaba los tiros libres con el tobillo, de eso aún se acuerda Zamorano. La hija de Franklin, Carolina, explicaba que cuando habló 30 segundos con su padre le dijo que "habíamos intentado enviarte una pelota para que te divirtieras pero no cabía por la sonda…". Jimmy Sánchez, otro de los mineros sepultados, es fanático del Universidad de Chile y sus familiares han colgado una camiseta del equipo en la entrada de la mina.
La perforadora T-130, con la que se llevaría a cabo el plan B para rescatar a los 33 mineros, ya está en la mina San José donde hoy mismo podría empezar a perforar. Las familias de los mineros salieron de sus carpas del campo Esperanza para aplaudir. La otra perforadora, la Strata 950, ya había avanzado 41 metros de excavación. José Luis Inciarte, uno de los uruguayos que sobrevivió 73 días en las cordilleras de los Andes tras el accidente de 1972, también estará con los familiares porque sus consejos pueden ser útiles para soportar los más de 100 días que deberán seguir sepultados. Asesores de la NASA llamados por las autoridades colaboran con el bienestar de los mineros ya que las condiciones de vida son similares.
Mundo Deportivo llevará la camiseta de Villa a la mina para entregársela a los familiares de los mineros. Villa los siente cerca, en el corazón. Forma parte de la familia minera. Villa está en Buenos Aires con los campeones del mundo, el martes disputarán un amistoso. Seguro que Lobos no se lo perdería por nada del mundo
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Por estas acciones y razones son las que nos hacen admirar a estos jugadores e incluso al club al que pertenecen. Desde aqui todo mi apoyo a los mineros, al pueblo chileno y que salgan lo mas pronto posible
Eso si, este gesto y llevar Unicef en el pecho, es positivo para la juventud; mas que llenar la caja con publicidad de otras empresas...
Bien por Villa
La montaña se vino abajo. Pasaban quince minutos de las dos de la tarde y el camión que conducía Franklin Lobos, ex futbolista de Cobresal y compañero de Iván Zamorano y que tenía como misión subir y bajar a los mineros, iba con un poco de retraso, crucial para no quedar aplastado cuando la montaña se vino abajo. 5 de agosto. 33 mineros habían quedado atrapados a 688 metros de profundidad. Sin luz natural pero con algunas latas para sobrevivir pero lo más importante, sin saber si en el exterior eran conscientes de que todos estaban vivos. 18 días pasaron con la incertidumbre de verse aislados, sepultados, nunca olvidados, porque sabían que tarde o temprano llegaría una de esas sondas que avisan y podrían enviar el mensaje: "Estamos bien en el refugio los 33".
5 de septiembre. Ha pasado un mes. David Villa agarra con fuerza una camiseta del Barça. La aprieta, es incapaz de sonreír. En su rostro refleja la preocupación. La camiseta lleva grabado un mensaje: 'Animo mineros'. Villa agarra un bolígrafo y añade "mucha fuerza y muchos ánimos" y firma la camiseta porque quiere que una parte de su vida esté con todos los chilenos, en Copiacó, a 800 kilómetros del norte de Santiago. Quiere David que todos los mineros y sus familias sepan que no sólo Chile vive angustiada y con sufrimiento estos días, más aún el mundo entero vive el día a día de los mineros, las evoluciones, el latir de sus corazones, las historias personales y la lucha por salir adelante.
David no es sólo un futbolista, campeón del mundo, goleador nato, de estirpe, fichaje emblema de esta temporada en el FC Barcelona, estrella mundial, Villa es minero, aunque nunca bajase a la mina, porque su padre pasó 27 años en la mina, porque su abuelo fue minero, también su bisabuelo. Él comparte el sentir de las familias porque es uno de ellos, porque nadie le tiene que explicar a Villa lo que sufre un minero. Su madre, Dorita, guapa, de sonrisa franca, cariñosa, ha experimentado el sufrimiento del accidente de la mina, con el esposo dentro, comparten tantas cosas…
Pregunta David por las últimas novedades. "¿Cuándo podrán salir?". Esa es la gran pregunta. Para encontrar la respuesta trabajan día y noche. Sabe David que las "palomas", angostos tubos cilíndricos que son empujados a través de las sondas, llevan alimentos a los mineros y otros utensilios de utilidad. Sabe que los mineros han perdido una media de 10 kilos pero que se han organizado para poder dividir la oscuridad de vivir sin luz solar y así aguantar el paso de los días.
"Formo parte de la familia de la minería y comparto la angustia de las familias pero todo saldrá bien, verán como sale bien". Expresa tan bien Villa, habla con los ojos, con la fuerza con la que agarra la camiseta. Por un momento parece que vaya a llorar, pero es hombre acostumbrado a soportar emociones. "Querría decirles que estoy con ellos, que todos los que sabemos cómo es la mina estamos con ellos, que todo el mundo les está siguiendo y les apoya, de todo el mundo…".
Un ex compañero está ahí abajo. Franklin Lobos tiene 53 años y jugó en La Serena, Santiago Wanderers, Deportes Iqueque, Regional Atacama y Cobresal, donde coincidió con un jovencísimo Iván Zamorano. No es raro encontrar ex futbolistas de los años 70 ó 80 que al retirarse, después de percibir sueldos modestos, empiezan a trabajar en la mina ya que algunas empresas mineras son propietarias de diferentes clubs de fútbol como Cobresal. Franklin pateaba los tiros libres con el tobillo, de eso aún se acuerda Zamorano. La hija de Franklin, Carolina, explicaba que cuando habló 30 segundos con su padre le dijo que "habíamos intentado enviarte una pelota para que te divirtieras pero no cabía por la sonda…". Jimmy Sánchez, otro de los mineros sepultados, es fanático del Universidad de Chile y sus familiares han colgado una camiseta del equipo en la entrada de la mina.
La perforadora T-130, con la que se llevaría a cabo el plan B para rescatar a los 33 mineros, ya está en la mina San José donde hoy mismo podría empezar a perforar. Las familias de los mineros salieron de sus carpas del campo Esperanza para aplaudir. La otra perforadora, la Strata 950, ya había avanzado 41 metros de excavación. José Luis Inciarte, uno de los uruguayos que sobrevivió 73 días en las cordilleras de los Andes tras el accidente de 1972, también estará con los familiares porque sus consejos pueden ser útiles para soportar los más de 100 días que deberán seguir sepultados. Asesores de la NASA llamados por las autoridades colaboran con el bienestar de los mineros ya que las condiciones de vida son similares.
Mundo Deportivo llevará la camiseta de Villa a la mina para entregársela a los familiares de los mineros. Villa los siente cerca, en el corazón. Forma parte de la familia minera. Villa está en Buenos Aires con los campeones del mundo, el martes disputarán un amistoso. Seguro que Lobos no se lo perdería por nada del mundo
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Por estas acciones y razones son las que nos hacen admirar a estos jugadores e incluso al club al que pertenecen. Desde aqui todo mi apoyo a los mineros, al pueblo chileno y que salgan lo mas pronto posible
Eso si, este gesto y llevar Unicef en el pecho, es positivo para la juventud; mas que llenar la caja con publicidad de otras empresas...
Bien por Villa
