Liga BBVA | Sevilla 0 - Deportivo 0
Sin la guinda en Nervión
Sevilla y Deportivo juegan un buen partido pero no rematan. Konko y Negredo remataron a los palos. Lotina acertó el planteamiento. Excelente Manu
Sin la guinda en Nervión
Sevilla y Deportivo juegan un buen partido pero no rematan. Konko y Negredo remataron a los palos. Lotina acertó el planteamiento. Excelente Manu
Carlos Cariño | 13/09/2010
Sevilla y Deportivo jugaron un partido intachable desde lo académico. Hicieron exactamente lo que se esperaba de ellos. El Sevilla, empujar sin descanso y perseguir el gol del primer minuto hasta el noventa. El Deportivo, pararse bien en el césped, parapetarse atrás y esperar su momento. Faltó, sin embargo, la magia. Porque Sevilla y Deportivo terminaron empatando a cero casi de forma inexplicable. Negredo y Konko remataron dos veces en los palos, Manu y Palop estuvieron excelentes y Adrián, Navas, Lopo Perotti o hasta el mismo Luis Fabiano mandaron al limbo mil oportunidades. El 0-0 es feo pero fortalece la idea de los dos proyectos. El Sevilla gustó porque tuvo estilo. El Deportivo, porque sigue siendo tan fiable como siempre. Lotina es un cirujano. Ha construido un equipo casi insuperable en precisión. Apenas se equivoca tácticamente, encuentra argumentos para detener cualquier plan de ataque y se lo toma con una seriedad extrema. Su problema es que no tiene pólvora. Adrián, Lassad o los mismos Guardado y Urreta no tienen instinto asesino.
Se supone que el Sevilla es justo lo contrario, que ha ganado mil partidos por la contundencia de los delanteros. Ayer, sin embargo, ninguno de sus tres tenores supo decidir el partido. Kanouté, que impresionó en el primer partido de la Supercopa, estuvo desconectado. Lo de Negredo fue casi de diván. Sudó sangre para marcar pero una vez se estrelló con el larguero en un cabezazo y, ya en la segunda parte, chocó con Manu, portero casi anónimo que vive a la sombra de Aranzubía pero que ayer se ganó el suelo.
Al Deportivo el partido se le hizo larguísimo porque durante la primera parte dio la sensación de estar donde quería. Se diría que hasta tuvo minutos cómodos. De hecho, no se adelantó de milagro en el marcador. Adrián se estrelló con Palop en un contragolpe de libro.
A cambio, al Sevilla le costó entrar en calor pero acabó metiéndose en faena y le faltaron minutos para marcar. Álvarez sorprendió a Sevila entera dejando a Luis Fabiano, que iba a jugar su partido 200, en el banquillo. Su apuesta fue Kanouté y Negredo. El vallecano resultó más fiable que el malí, algo perdido. Kanouté no fue el faro que suele ser siempre. Las musas no vinieron a verle anoche. Aun sin la ayuda del africano, el Sevilla fue volcando el partido hacia el área del Deportivo, que lo veía venir. Cáceres mandó en defensa, donde Escudé le hará crecer, Zokora empujó al equipo e intentó el gol con un par de disparos y Navas y Perotti, sin estar brillantes, lo intentaron de todos modos. Lotina supo pronto que su equipo iba a sufrir y en descanso preparó a sus jugadores para eso. Además, goteó bien los cambios para que el corazón del Depor no dejase de bombear. Y luego se agarró a Manu, que despejó espectacularmente un remate de Negredo. El asturiano puso el cerrojo para siempre en su portería después de un disparo excelente de Perotti que sacó con la mano izquierda. En ese momento, el Sevilla supo que sería casi imposible ganar al Depor.
Álvarez, fiel a su costumbre, tardó en hacer los cambios, pero aportaron. José carlos es aire fresco. Improvisa y es desconocido para los rivales, que no lo descifran. Se asocia bien pero su fútbol todavía es discontinuo y gana precisamente cuando los rivales están cansados. Todavía hoy es más jugador de ratos que conductor del equipo. Con José Carlos y Renato, el Sevilla cambió su sistema. Terminó con el 4-3-3 que le dio gloria en Valencia. Luis Fabiano, como molesto por el banquillazo, no mostró demasiado interés en el partido. Aun así, un delantero fabuloso como él asustó a la defensa del Depor. Conquistar un punto para Lotina fue casi una hazaña. Pero ese punto refuerza su idea y a sus jugadores, que ya saben hace tiempo que si no se desvíen de su línea austera, tienen el éxito casi asegurado. Nervión no pudo celebrar la victoria pero tampoco se fue intranquilo. El Sevilla tiene futuro. Eso sí, no puede haber noche de fútbol sin magia.
El detalle: Bilardo fue un invitado de excepción
Carlos Salvador Bilardo, director deportivo de la AFA, acudió ayer al palco del Pizjuán. El ex entrenador del Sevilla dejó muchas amistades en la capital hispalense en tre ellas las de Monchi y Del Nido. Curiosamente vio un Sevilla-Depor, el rival con el que nació el memorable "písalo, písalo".