El adiós de Gijón a un gran mamoncete
Poniente fue testigo de la primera parte de la despedida asturiana de «Ilegales», que actuarán en Oviedo en septiembre y que ponen el colofón a una trayectoria inolvidable de su rock arrogante
Gijón, Pablo TUÑÓNPoniente fue testigo de la primera parte de la despedida asturiana de «Ilegales», que actuarán en Oviedo en septiembre y que ponen el colofón a una trayectoria inolvidable de su rock arrogante
Lo de anoche en Poniente fue historia viva del rock. Miles de seguidores no quisieron perderse la despedida de «Ilegales» en Gijón, que estuvieron apoteósicos y agresivos, como siempre se les recordará. Así nacieron, así conciben su música y así morirán. No hay desaparición digna para ellos que no sea de este modo, en lo más alto, donde se han mantenido tantos y tantos años. Jorge Martínez y los suyos afrontan su muerte de frente, y no se ponen «de lao», como reza el título de uno de sus discos. Y así afrontaron ayer su particular y emotivo adiós en Gijón.
Todo el mundo recuerda aquella mítica frase que soltó Jorge en TVE: «Señora, si no le gusta mi careto, cambie de canal». Pues ayer se presentó en el escenario de Poniente con el mismo careto, aunque la cabeza afeitada del todo, para dar una lección de cómo se despide una banda de rock. «Bonitas y refinadas» arengas al público, violencia y más violencia instrumental, en definitiva, incorrección total, fueron sus armas para rememorar sus grandes temas.
Pero «Ilegales» no se despidió totalmente de su tierra asturiana. El concierto de Poniente fue sólo la primera parte. La segunda vendrá en septiembre, que será cuando actúen en Oviedo, tal y como informó a LA NUEVA ESPAÑA Roberto Nicieza, responsable de la discográfica Pop Up, que acaba de editar unacaja de recopilación de «Ilegales», con nueve volúmenes y 126 canciones. Muchas de ellas tuvieron su último homenaje gijonés ayer, con un público enfervorizado y entregado a la causa de una muerte ilegal más que digna. Canciones como «Hola mamoncete», «Tiempos nuevos, tiempos salvajes» o «Destruye» fueron algunas de las protagonistas.
Jorge abrió el concierto con un saludo peculiar: «Señoras, señores; niños y niñas, monstruos y engendros, "Ilegales" tocan en Gijón contratados por el Ayuntamiento, un hecho inaudito que no se producía desde 1986». Y las guitarras comenzaron a tronar con «Yo soy quien espía el juego de los niños».
De la misma forma que terminan su carrera, en lo más alto, terminaron su concierto. Sólo queda la memoria, ya que la próxima vez que se le vea a Jorge tocando por Gijón será con sus «Magníficos», vestido con traje de época y al son del chachachá. ¡Adiós mamoncete!