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El Sporting eleva el listón
«Todo el mundo quiere jugar, pero sólo podemos ir 18 y la competencia es muy fuerte», recuerda IvánLas posibilidades de la actual plantilla obligan a Preciado a realizar varias 'cribas'
JAVIER BARRIO.-El Sporting eleva el listón
«Todo el mundo quiere jugar, pero sólo podemos ir 18 y la competencia es muy fuerte», recuerda IvánLas posibilidades de la actual plantilla obligan a Preciado a realizar varias 'cribas'
Superado ya el trance momentáneo que supuso el fatal desenlace del encuentro en el Calderón, la resaca del partido dejó otras lecturas, aunque relativamente más optimistas y que hacen referencia a la feroz competencia que hay este año en la plantilla del Sporting. Da igual la parcela del campo o la demarcación. Entrar en el once inicial esta temporada, en una plantilla de 25 futbolistas -la tramitación a Javi Poves de la única ficha que quedaba disponible amplía más las dificultades-, está al alcance de un puñado de afortunados, máxime cuando la enfermería apenas registra movimientos.
Manuel Preciado lo anunció en vísperas del encuentro en el Calderón. Tendrá que devanarse la cabeza cada semana mucho más de lo que lo hacía en anteriores campañas porque, como ya ha dejado entrever en más de una ocasión, la actual plantilla ha experimentado un salto de calidad con respecto a sus predecesoras: «No va a ser sencillo hacer las convocatorias porque, afortunadamente, me lo están poniendo muy difícil, pero me toca impartir justicia y haga lo que haga va a ser muy duro para mí».
Dicho y hecho. El técnico cántabro hizo su primera criba el día previo al viaje a Madrid. En Gijón se quedaron Landeira, Jorge, José Ángel y Portilla. El último fue pieza clave en algunos partidos del conjunto rojiblanco tras la marcha de Míchel a Birmingham, mientras que el futbolista de Roces es el sustituto natural de Canella y uno de los laterales izquierdos con más proyección del fútbol español.
Pero esta temporada no hay sitio para todos y algunos tienen que conformarse con ver los encuentros desde casa durante los desplazamientos, los que no pasan el primer corte, mientras que otros se quedan fuera de la lista por el camino, como sucedió, ya en Madrid, en las horas previas al encuentro, con Matabuena y Luis Morán, hasta no hace mucho habituales en los esquemas de Preciado, sobre todo el luanquín.
Iván Hernández, uno de los que logró pasar las dos 'cribas' iniciales del cántabro, aunque no tuviera la oportunidad de salir del banquillo, recordaba ayer que «todo el mundo quiere jugar, pero sólo podemos ir 18 y la competencia es muy fuerte». Dicho esto, el madrileño se armaba de paciencia, como ya hiciera la pasada temporada, cuando logró convertirse en una pieza importante para el equipo en ausencia de Botía, y recordaba con la ambición del profesional que «esto acaba de empezar y durante el desarrollo de la competición siempre hay circunstancias que permiten que uno entre y trate de aprovechar su oportunidad. Hay que estar preparado para ello».
La imagen del banquillo rojiblanco en la ribera del Manzanares era muy reveladora. Al lado del madrileño se situaban en el inicio, a la espera de una oportunidad, futbolistas como Bilic, Nacho Novo, Ayoze, Sangoy y Cuéllar, además de Sastre, el gran capitán, y del defensa madrileño. Jugadores que recuerdan que el Sporting se ha convertido en un producto de lujo, cada día más competitivo, y que su paladar se ha vuelto más selectivo. Eso sin contar con el fondo de armario que tiene Preciado a su disposición. Como mínimo dos jugadores por puesto, además de un sinfín de combinaciones en el ataque, con la llegada Novo y Sangoy.
«Toque de atención»
Por otra parte, Rivera, uno de los pesos pesados del vestuario, insistió ayer en que la derrota en el partido del lunes en el Calderón tiene que servir a modo de toque de atención y que hay que pasar página, pero no sin antes hacer una seria autocrítica para extraer conclusiones con las que no volver a tropezar en el futuro: «Hay que sobreponerse cuanto antes, pero, sobre todo, aprender. Tenemos que analizar el partido de Madrid con detenimiento y espero que nos sirva para sentar las bases de futuro y para que no vuelva a ocurrir. Quizás nos venga bien un toque de atención antes de tiempo para poner los pies en el suelo».