Europa League | D. Zagreb 2 - Villarreal 0
Le sacan los colores
El 'otro' Villarreal se complica en un partido malísimo
Le sacan los colores
El 'otro' Villarreal se complica en un partido malísimo
Javier Mínguez | 17/09/2010
El 'otro' Villarreal se dejó en Zagreb el crédito que había recuperado hace unos días frente al Espanyol. Cuando hablamos del 'otro' equipo amarillo no nos referimos a los nombres de los futbolistas que entraron como novedad en el once, que también, sino a ese Submarino al que, a veces (y ayer de forma continuada) se le pela el cable y queda a merced del rival como un muñeco de pim-pam-pum. Los de Garrido fueron exactamente el mismo equipo del primer cuarto de hora frente a los periquitos, en una versión quizá aún más pobre, sólo que frente a los catalanes Diego López estuvo soberbio y ayer no pudo atajar las dos picaduras letales de Rukavina y Sammir. Garrido debe tomar buena nota del rendimiento de ese Villarreal alternativo, si bien el mal va más allá de los hombres que disponga sobre el césped, pues las dos caras de la moneda se han visto tanto con los teóricamente suplentes como con los primeros espadas. En cuanto a la clasificación en el grupo, está claro que el Dinamo bajará enteros lejos del Maksimir pero los castellonenses no se pueden permitir ninguna frivolidad más en los cinco partidos que restan.
El conjunto amarillo salió sin intensidad, deslabazado, intentando tener el esférico pero tocándolo de forma estéril. Altidore y Ruben no eran la referencia esperada para que Cani conectara alguna jugada, mientras que Montero, otra de las apuestas para la titularidad, agotaba su crédito a puñados conforme pasaban los minutos. El ecuatoriano, de todos modos, gozó de una de las pocas ocasiones de marcar, al capturar un balón que peleó Mario con fe en el córner, pero su disparo se perdió por línea de fondo. El Dinamo iba creciéndose conforme pasaban los minutos, aliándose con el empuje de sus aficionados y filtrándose por las grietas que dejaban los de Garrido en la parcela central. Por uno de esos huecos se coló Rukavina en el 10' pero elevó demasiado sobre Diego López. Pero ocho minutos después sí que acertó: un 50% del 1-0, siendo bastante tacaños, habría que dárselo a Sammir, que le envió un pase imposible sorteando a varios jugadores amarillos y, esta vez sí, el delantero croata la envió al fondo de las mallas.
Borja y Rossi entraron tras el descanso pero se trataba del mismo perro con distinto collar. Ni con la aparición de Cazorla, con lo que Garrido quemaba todas las naves, cambió el panorama. Lejos de ello, el Dinamo se envalentonó aún más, con un Rukavina impetuoso y un Chago que fue una pesadilla para la defensa amarilla, que padeció el agujero en que se había convertido la línea de 'contención' del centro del campo tras la expulsión de Senna. En uno de esos despropósitos, Cufré le envió la pelota a Sammir a su espalda y el brasileño batió a un impotente Diego López. El gallego no todos los días puede ser Superman.